Por @CristhianRS

En las elecciones presidenciales estadounidenses del 2008, Barack Obama tuvo una campaña valorizada en 750 millones de dólares. Con una población electoral de  131’257,328 habitantes, el costo que invirtió Obama por elector fue de 5.71 dólares o 16 soles. En nuestras elecciones, el candidato que considera que gastará más es Alejandro Toledo con una campaña estimada en 4’025,000.00 nuevos soles. Si dividimos este monto entre los  18’878,337 votantes peruanos, tendremos que la inversión por elector es de 0.21 céntimos. Es decir, 75 veces menor que la inversión del candidato norteamericano.

Entiendo que la diferencia económica entre el país del norte y el nuestro es elevada pero si nos damos el trabajo de hacer un cálculo a partir de los PBI per cápita notamos que la proporción es de 5.37 a 1. Es decir, que su PBI per cápita es 5 veces mayor que el nuestro. Por ende, podríamos postular que el costo de una campaña presidencial aquí debería representar un quinto de lo que costó allá (tomando como referencia la campaña de Obama).

En este supuesto, el ganador de estas elecciones debería invertir 2.98 soles en cada elector con la finalidad de hacerle llegar su mensaje y convencerlo de que es la mejor opción. Esto haría que la campaña presidencial del ganador tenga un valor de 56’246,353.70 nuevos soles. Cifra exorbitante comparada con las estimaciones de los candidatos:

Candidato /  Costo estimado de campaña en soles

Toledo / 4,025,000.00

PPK / 3,970,000.00

Keiko / 3,600,000.00

Castañeda / 3,100,000.00

Humala / 3,000,000.00

Si tomamos en cuenta los principales elementos de los que consta una campaña para conseguir la presidencia, tendremos cifras bastante mayores a los 4 millones que estima Toledo:

Equipo de asesores de diversas especialidades: Comunicadores políticos, psicólogos, publicistas, relacionistas públicos, productores, etc.

Estudios de mercado sobre la imagen del candidato y sondeos de opinión constantes a lo largo de la campaña.

Desarrollo de spots y piezas publicitarias (avisos, paneles, afiches y merchandising).

Pauta en TV (canales nacionales y locales), radio (estaciones nacionales y locales), prensa escrita (diarios y revistas nacionales y locales), vallas y paneles (en todas las regiones).

Creación y producción de eventos publicitarios.

Impresión de folletería, banderolas y merchandising.

Pinta de paredes en todo el país.

Distribución de todas las piezas publicitarias impresas a todo el país.

Manejo de redes sociales.

Producción y realización de mítines constantes en todo el país.

Transporte por todo el país del candidato y su equipo de campaña.

Estos costos no tendrán que ser asumidos en su totalidad por el candidato o su partido. Muchos provienen de donaciones de empresarios y organizaciones interesadas en que el candidato consiga la victoria por intereses diversos.

Fuera de eso, este ejercicio fue un intento de que se reconozca que una buena campaña electoral cuesta. Obama realizó un despliegue de comunicación increíble que es objeto de estudio por comunicadores políticos, estrategas, politólogos, entre otros especialistas en todo el mundo. Una campaña similar aquí, como vemos sería muy cara pero marcaría un antes y un después en la política peruana.

La posibilidad de que alguna campaña actual alcance los 56 millones de soles es ínfima, pero el valor que tendrá la del ganador en esta elección será bastante alto. Es seguro también que el candidato nunca dirá la cifra real y proporcione una cifra pequeña debido a la poca cultura de transparencia en la clase política peruana y al miedo a que la gente se escandalice con el monto elevado, actitudes que deberíamos empeñarnos en cambiar.

*Recomiendo visitar Opensecrets.org para ver el valor exacto de la campaña de Obama y de otros políticos norteamericanos, así como la proveniencia de los aportes a las campañas. Digno de imitar.