Por @omar_gavidia

Como todos sabemos y hemos leído hasta la saciedad, el caballito de batalla de la gestión de Castañeda (sin mencionar el padrinazgo con el partido de Gobierno) fue el accionar de obras, esta suerte de “modernización” urbana y con el mayor despliegue técnico según informaba la comuna distrital de Lima a través de los medios y que posteriormente desde la línea de frente de su candidatura, fungían como pruebas fehacientes y contundentes de su idoneidad para la futura presidencia de la republica e incluso le hicieran méritos ,  para llevar  la discutida  “Orden del Sol”.

“Lo que hice por Lima lo hare por el Perú” rezaba un spot publicitario en los medios locales mostrando así el orgullo de su paso por la comuna Limeña. No obstante luego del informe que realizo la municipalidad de Lima, sobre las mencionadas obras, arrojaron afirmaciones que en poco favorecen a la candidatura del otrora Burgomaestre de Lima. Pudiendo encontrar en dicho informe presupuestos elevados, obras técnicamente mal realizadas y cifras que espantan.

Este informe no pudo salir en peor momento para Castañeda; cuando las encuestas, mostraban una tendencia a la disminución de la  intención de votos con respecto a su candidatura, al parecer recibe con este informe una salva que lo obliga a redefinir la dirección que deberá tomar su campaña, y a pesar de que el Presidente García, cual cuerpo de paz, trata de socorrer al caído en acción, no se puede ningunear lo que ya muchos sospechaban y era motivo de un largo trance de tracto legal, que no terminaba de dejar conforme al elector.

La falta de transparencia que provoca la intrusión de la OIM al ser un organismo internacional, no permitió que se pudiera fiscalizar a través  de la Contraloría el despliegue y desarrollo de las obras, así mismo a pesar de la suma que se adjudicó por sus servicios, aún está pendiente de cobrar S/.6 millones ya que no se consideró aun el cobro del presupuesto regional municipal, esto para muchos ciudadanos podría interpretarse como un mal gasto de los recursos del municipio y aun se buscan las respuestas concretas y sin demasiado argumento técnico que en poco ayuda a poder esclarecer los hechos concretos.

Además el informe menciona con escalofriante realismo el “obeso” presupuesto del Metropolitano donde la frialdad de los números indican un completa no previsión del desarrollo de la obra y más aún, un inexplicable aumento de S/.400 millones iniciales a S/.1.060 millones, incremento que solo compite con el hecho que el Teatro Municipal elevo el presupuesto de S/.42 millones a S/.67 millones y para adicionar la nota simpática, cabe recordar que fue inaugurado sin haber sido aún concluido, lo que denota una suerte de afán protagónico por parte de quien desea adjudicarse una placa recordatoria con su nombre en ella.

Por otro lado los defensores de Castañeda advierten que la intervención de la municipalidad en la personificación de Susana Villarán, corresponde a una clara participación en las elecciones que tienen como finalidad desestabilizar la candidatura de Castañeda e incluso dejarlo fuera de carrera, la pregunta que se cae de madura es: ¿debió la Alcaldesa Susana Villarán abstenerse a presentar  el informe tal cual fue realizado? o pudiendo enfocar los hechos de otro angulo podríamos preguntarnos ¿debió la Alcaldesa postergar el informe para un tiempo incierto en el futuro luego de las elecciones?.

Decía un veterano actor: “Para llegar a la verdad, el alemán suma, el francés resta, y el inglés cambia de tema.”…pues me parece que no podemos seguir virando en diferentes direcciones sin saber a dónde queremos o deseamos llegar, el informe de la alcaldesa Villarán, creo que llega en el mejor momento, cuando se necesita un voto pensante uno a conciencia, ahora, cuando los argumentos escasean y los actores de esta contienda no hacen más que sumarse a un sinfín de bufonadas por ganar más notoriedad, ahora cuando faltan argumentos sobre lo que se hará con la pobreza ya que nadie explica como la combatirá, es ahora cuando debemos tomar en serio los hechos del presente y contemplar la trayectoria de  los que ya fueron gobierno.

En el Perú no hay cultura de trasparencia de la gestión Pública, pudiendo observarse que culminado el tiempo de gestión de cargos públicos importantes, algunos suelen “desaparecer” de la escena por algún tiempo. Cabe añadir que el señor Castañeda pasada las elecciones aún tiene mucho que explicar.